Con la llegada del buen tiempo, apetece un buen vino fresquito. Ya sea para una cena especial o para disfrutar una tarde en compañía de amigos. Pero es normal que en esta época del año no se pueda beber el vino a temperatura ambiente. Por eso, es preciso enfriarlo para que alcance la temperatura óptima de consumo. Y aquí es donde surge la duda de cómo enfriar el vino.
Hay que tener en cuenta que los cambios bruscos de temperatura afectan negativamente al vino. Por eso, hay algunas prácticas que es mejor no llevar acabo. Son estas:
- No echar hielo en la copa nunca. El vino se aguará.
- No meter la botella en el congelador. Se trata de una bajada demasiado brusca de grados.
Y ahora que ya sabemos lo que es mejor no hacer, te daremos algunos consejos sobre cómo enfriar el vino dependiendo de la situación en la que te encuentres. Ahí van:
Cuando tienes una cita para el fin de semana
En este caso, como dispones de suficiente tiempo puedes enfriar el vino en la nevera. Ya sea vino tinto o blanco. Lo único conveniente es saber la temperatura que necesita. El vino tinto puede necesitar entre 30 y 45 minutos. El vino blanco entre 1 hora y 2 horas y 30 minutos. No obstante, siempre es importante conocer a qué temperatura es mejor consumir cada vino.
Cuando la cena es esa misma noche
Si no tienes tiempo, lo mejor es una cubitera con hielo y agua. En este caso, el agua con hielo es un excelente conductor del frío.
Cuando solo tienes unos minutos
Este último es un truco para sacar a cualquier de un apuro rápido. Sólo hace falta un poco de hielo y sal en un bol para enfriar una botella de vino en tan solo dos minutos. No obstante, es más recomendable cualquiera de las dos opciones anteriores. Como hemos dicho antes, las bajadas bruscas de temperatura no son buenas.
Y ahora que ya sabes cómo enfriar un vino en diferentes tiempos, ya no tienes excusa para este verano.