En mayo de 2016, la DO de Catalunya presentó Vinómics, un ciclo de siete relatos gráficos protagonizados por el vino y firmados por referentes del mundo del cómic. “Es un matrimonio entre dos expresiones culturales muy arraigadas en nuestro país, como son el cómic y el vino”, tal y como nos cuentan desde la DO de Catalunya. Muy orgulloso de este proyecto, el coordinador del proyecto, Raúl Deamo, nos ofrece los detalles de esta curiosa iniciativa.

¿Qué historias se pueden ver en estos relatos gráficos?
Son historias muy diversas, de diferentes géneros narrativos y con estilos gráficos variados. Cada autor ha cogido la premisa del vínculo con el mundo del vino y la ha llevado a su terreno. Ya sea autobiografía, comedia fantástica, costumbrismo, ciencia ficción, drama histórico… Las historias están protagonizadas por personajes de ficción y biográficos.
¿Qué tiene que ver el mundo del vino con el del cómic?
A priori parece que no mucho, pero si prestamos atención existen cada vez más puentes entre estos dos mundos. Por ejemplo, muchos autores de cómic han ilustrado con sus dibujos etiquetas de botellas de vino. También han creado su imagen de marca, tanto aquí como en el extranjero. De hecho dos de los autores de Vinómics, Oriol Malet y Danide, habían diseñado previamente etiquetas para bodegas catalanas.
Danide, en concreto, realizó páginas de cómics que sirven como envoltorio de la botella de vino. Y lo hizo con una doble función: proteger la botella y explicar una historia de la bodega. También veo una similitud en el autor de cómic con el pequeño elaborador de vino. Los dos son creadores y los dos explican una historia de alguna forma. Los dos trabajan duro desde la soledad de su lugar de trabajo, ya sea una pequeña bodega o un estudio. Y a los dos les toca presentar al público sus proyectos finalizados en forma de cómic impreso o vino embotellado.
¿Es complicado usar el vino como un elemento de humor?
Yo creo que no. El vino es una premisa que puede dar mucho juego si pensamos en situaciones cotidianas y las llevamos al terreno del humor. Podemos parodiar y exagerar situaciones que todos hemos vivido. Como cuando el camarero da a probar un vino en un restaurante a una persona que no tiene mucha idea. También pueden hacerse chistes con el propio léxico del vino. O con los nombres más clásicos de los vinos que empiezan por un título nobiliario tipo Marqués de…, Conde de…
Si el objetivo era atraer a gente joven al mundo del vino, ¿creéis que lo habéis conseguido?
Esperamos que sí, la verdad es que la iniciativa ha despertado curiosidad en el sector del vino y la gastronomía por lo novedoso. Además los cómics se pueden leer online en tres idiomas y también descargarse. Es decir, que lo hemos puesto muy fácil para poder leerse. Lo que seguro consigue el proyecto es normalizar el vino a través de un medio que conecta rápidamente con el lector. Sea este joven o no tan joven. En Francia tanto el cómic como el vino están más normalizados que aquí. Allí se dan la mano estos dos mundos de forma más habitual. El cómic “Los ignorantes” es un gran ejemplo.
Tras siete relatos gráficos, ¿esperáis lanzar nuevos a lo largo de 2017?
Este año estamos preparando algunas novedades que tienen que ver con Vinómics, pero que aún no podemos desvelar.

Durante este 2017, la DO Catalunya ha explicado a Vadevinum que persistirá en su empeño de acercar el vino a los consumidores más jóvenes. Lo hará a través de algunos proyectos relacionados con la cultura y el ocio y con una premisa: acercar el vino dónde estén los consumidores más jóvenes. Pero sin olvidarse de unos prescriptores estratégicos para la difusión de la cultura del vino como son los restauradores y los cocineros. De esta forma, tiene preparadas algunas campañas específicas para estos profesionales.